Fruto rojo es el resultado de un corazón roto. Es un recorrido de poemas por el enamoramiento, la confusión, la desilusión y la no correspondencia. Estos poemas transcurren en cruces de avenidas peligrosas a la madrugada, plazas de barrio, trenes que escapan de la ciudad y sobre todo en la intimidad de las habitaciones y dentro de las camas. Fruto rojo es un libro que va mostrando el derrumbamiento, el desencuentro, pero también la ilusión de un corazón que quiere y busca recuperarse y reconectarse con el cuerpo después de darlo todo y quedarse (tal vez) sin nada. Los poemas de este libro van en dirección contraria a esa corriente narcisista que nos invade: acá se admite el dolor, se admite que nos equivocamos, se admite que compramos espejitos de colores cuando nos pensábamos expertos en comercio internacional y soberanía.